He leído recientemente como se zarandea nuestra historia, culpando a los Reyes Católicos de todos los males que nos acosan, “Se redujeron a yacija las grandes ramas árabes y judías. La tolerancia se sustituyó por la intransigencia, la diversidad por la ortopedia y la mezcla germinativa por la esterilidad” El autor? por sus palabras le conoceréis
Antes de los Reyes Católicos y antes de las tres culturas, existió D. Pelayo y antes fuimos romanos, y antes godos y antes…. Somos un pueblo que ha descubierto, sufrido, aceptado o renegado de muchas culturas.
Detenernos en el momento en que la Reconquista fue culpable de todos los males acaecidos a través de la Historia, me parece poco serio.
La coexistencia de las tres culturas es un hecho cierto, pero en Toledo, cada cultura tenía su propio barrio y fuera de las murallas no se podía hablar de lo mismo. La coexistencia entren árabes y cristianos se litigaba con lanzas y espadas, estaban en guerra continua, había demasiados cuadillos y reyezuelos que se mataban entre sí sin tregua. A los jefes árabes les gustaban las cristianas para sus harenes particulares y los señores cristianos perdían batallas por culpa de los bellos ojos de las moras. Ya entonces practicaban el intercambio cultural o la interculturalidad.
Por no perder la costumbre, se cita las políticas de campanario al lado del racismo, la xenofobia y los neonazi, todos en el mismo saco, como un cúmulo de errores culpables. Sin los Reyes Católicos, hoy seríamos árabes y judíos, (hoy modelo de coexistencia) tal vez, y sin el chiquet aquel del tambor del Bruch, que asustó a las tropas francesas por el eco del ruido del tambor entre las montañas, tal vez, solo tal vez, seríamos franceses y sin Nelson, (muerto en la batalla de Trafalgar) británicos, como Gibraltar. Y puestos a elucubrar, tal vez, acaso, con los Reyes Católicos, los ingleses nos habrían mirado con un poco más de respeto. (El Tratado de Tordesillas firmado en Junio de 1494, también es historia). El caso es que somos lo que somos, con cerca de cinco millones de ciudadanos de todo el mundo, blancos, negros, amarillos, europeos de aquí al lado y del Este, americanos de habla castellana, inglesa o portuguesa y que pese a la maldad heredada de los Reyes Católicos y sus campanarios y a los negros vaticinios de quienes arrancan hojas de nuestra historia, nacen españoles hijos de progenitores de distintas razas.
Frente a los ejemplos negativos interraciales, hay cientos de miles de matrimonios, (tal vez, solo tal vez, de conveniencia) cuyos padres y madres de distintos países, ayudan a que seamos lo que somos. Lo de Toledo, fue un ensayo para la historia, no el principio del fin del mundo, simplemente pasamos de ser un pueblo dominado por el primero que pasase por aquí, a ser conquistadores y hacer lo que antes hicieron con nosotros.
La historia nos enseña a no cometer los mismos errores, no a culpar a nuestros antepasados del mundo que nos han dejado y pensar que nosotros, ahora, debemos dejar un mundo mejor, para que nuestros hijos y nietos hagan lo propio. No obstante, siempre habrá un sabio carcomido por el odio que nos culpe de algo.
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