sábado, 26 de junio de 2010

NUESTRA BANDERA

NUESTRA BANDERA.

En estos tiempos de zozobra que vivimos, de cierta debilidad económico-emocional resulta gratificante el ver y sentir como ciudadanos de todas las Españas, nos unimos bajo la bandera roja y gualda que ondea en estadios de Sudáfrica. Allí, unos españoles sin apellidos regionalistas, defienden, deportivamente, los colores que representan a nuestro país. Ni en el campo ni en la grada hay señas particulares de identidad, algo así como la tortilla de patata, que es de todos y de todas las cocinas del país

Este sentimiento, casi patriótico, se respira en cualquier casa, calle, bar o plaza de España. Al grito de ¡España,¡ ¡España,¡ ¡España,¡ dicho y coreado sin rubor ni vergüenza por “el que dirán” los que están “controtodoloquesemueve.com”. El deporte tiene la virtud de unirnos, dejando el provincianismo que padecemos para cuando pase este evento deportivo. Luego vendrán otros y nos volveremos a pintar la cara con los colores de nuestra bandera, el merchandising nos proporcionará todo aquello que la euforia del momento recomiende, ahora mismo hace furor la lencería con los colores rojo y gualda. Todo sea por liberar adrenalina.

Hay, tal vez, quien considere que estos sentimientos no son progres, que hay otras cosas mas importantes que solucionar, pero mientras las solucionan, es de agradecer el espectáculo de ver a nuestros deportistas intentar conquistar una copa, una medalla, un puesto en el podio de los mejores y, si lo consiguen, eso es el no va mas, verlos en lo alto, escuchar emocionados nuestro himno, ver como izan nuestra bandera, ponen los pelos como escarpias. Si nuestros chicos y chicas, de forma individual o colectiva, son capaces de que los españoles de todas las Españas, en momentos puntuales vivamos la emoción de ser una piña en torno a un himno que no tiene letra y una bandera común, pues ¡¡¡que viva la madre que los parió¡¡¡. Al deporte, a los deportistas, al himno sin letra y a la bandera.

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